martes, 22 de enero de 2008

....continuación....: Aprendiendo a Caminar

2ªparte: Pasito a pasito

Entró en el convento, y reconoció la estancia como otras tantas veces. Se esperó en la sala. Se acercó a mirar por la ventana, y vio algún pequeñajo jugando en el patio, mientras el sol acariciaba su piel. Estaba así ensimismada con el pequeño, cuando escuchó unos discretos y respetuosos pasos detrás suyo. No se movió. Esperaba alguna señal que le confirmara que había llegado la hermana con la que se había citado. Y llegó. Pronunció su nombre: -Abril -. Encontró en el tono una dulzura desconocida hasta el momento. Se giró lentamente. Se abrazaron, esta vez con todo el cuerpo. A Abril empezaba a temblarle el alma. Se sentaron a hablar. La hermana hablaba y hablaba.... hablaba de la gente que volvía buscando sus orígenes, de los motivos que los llevaban a ello, de las reacciones de los padres adoptivos, y de lo duro que podía llegar a ser, para todos y, sobretodo, para las madres biológicas. La emoción de Abril se encontró abrazada al respeto, no quería dañar a nadie, sentía un profundo respeto hacia su progenitora, y no tenía duda alguna de quien era realmente su madre. Tenia admiración por las dos. Ahora ya si. Pero todo esto la hermana ya lo sabía, se dio cuenta en la primera cita, en el modo de hablar y las palabras escogidas con eterno cuidado y cariño, en la boca de Abril. Así que durante una semana entera decidió ayudarla, hacer con ella ese viaje al tiempo para recomponer un pasado incierto. Estaba dispuesta a estar a su lado, si Abril se lo consentía. Se había dado cuenta de que lo necesitaba, lo hacía solo por ella misma, y no tenia nada que reprochar a nadie. Abril buscaba paz. Y por eso la citó otra vez, para empezar a caminar.

De pronto la hermana se levantó y con la cara iluminada, le dijo a Abril:

- Ven, creo que tienes que ver algo. Daremos una vuelta por la casa.

Abril había estado varias veces en el convento y pasearon discretamente por esos recuerdos. Pero nunca antes había cruzado la puerta, situada en la parte trasera, que abría el mundo del "Hogar de la maternidad", dónde sabía que se acogían y vivían esas madres embarazadas sin ningún tipo de recursos.

La hermana, mientras abría una pequeña puerta blanca, le explicaba que habían cambiado la ubicación del "Hogar", ampliando sus espacios, pero que el viejo se mantenía tal cuál había estado. Empujó la puerta. Y allí estaba....:

Un pequeño pasillo blanco, que a la derecha conducía a una cocina, un comedor y una pequeña biblioteca, y a la izquierda una pequeña escalera. Subieron. Y al llegar, Abril vio otro pasillo blanco, con 3 puertas más. La hermana le abrió una pequeña puerta de par en par. Abril se quedó en el umbral invadida por un olor. No se dio cuenta de que cerraba los ojos para sentir mas ese olor, era un olor familiar. Como cuando entras en tu casa, o en casa de tus padres. Como cuando por el olfato reconoces que "estás en casa". Ya no solo le temblaba el alma, también le temblaba el corazón al mismo tiempo que lo escuchaba en cada rincón de su cuerpo.

- Tu madre vivió y durmió aquí durante 7 meses del embarazo, antes de tenerte en el hospital y separarse para siempre de ti. Entra y sientate en la cama Abril.

Lo hizo. La hermana la dejó sola, sin que ella se diera cuenta. Sentada, en los pies de la cama, Abril empezó a llorar, y parecía que a cada lágrima que soltaba más sentía y se reconocía en ese lugar, en ella misma. Miró cada rincón de esa habitación y se impregnó de ella, seguramente durante más de una hora. Sola. Llorando. Sintiendo. Viviendo ese momento. Nunca se le olvidará ese olor. Durante ese espacio incierto de tiempo, Abril entendió y sintió cosas nuevas hasta ese momento. No solo lloraba por ella, sino derramaba lágrimas que no le pertenecían, las lágrimas que en su momento, en aquél mismo lugar alguien sacó hace mas de 30 años. Se entendió a si misma, y le entendió a ella.

Cuando sintió que sus sollozos disminuían, a medida que aumentaba la sensación de haberse vaciado, decidió levantarse y pasar su mano por las paredes de aquel lugar. Había un silencio acogedor. Quería que todos sus sentidos se impregnaran de ese momento. Lo consiguió.

No habían encontrado las cartas todavía, no sabían como se llamaba ella, ni datos concretos de la historia. Tendría que esperar y seguir la búsqueda. Pero había vivido lo que estas palabras no pueden llegar a contar. Había vivido algo que con tan solo cerrar los ojos y recordarlo, en cualquier momento, podía volver a revivir.

11 guiños:

Humphrey S. dijo...

Muy bonito, cielo. Muy emocionante.
Suerte con la búsqueda. No hace falta que mires atrás si temes caer (desistir), nuestras manos estarán ahí para cogerte (o darte un empujoncito).

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Nineta, sabes que estoy siempre contigo. Lucha, y no tengas mierdo de nada!!!
Es un paso muy importante, y tu valentia vale mucho.

Un beso enorme!! Me hiciste emocionar mucho!

Unknown dijo...

Un buen segundo paso

Àurea dijo...

Preciosa historia, parece un cuento...

Qué valiente eres Abril! Desde aquí todo mi apoyo y ánimo! Si hay algo en lo que puede aydar o si necesitas hablar, desahogarte, ya sabes donde estoy princesa.

Besos

Gilda dijo...

Si fuese un color, ¿qué color sería?, si fuese una nota musical, ¿cuál sería?, si fuese una canción (...). Los niños nacen con la capacidad de crear todo un cuadro de sensaciones ligadas a emociones (...) sus sistemas netvisos están constituidos de tal manera que no necesitan experiencias previas....

Daniel N. Stern con un poco de cosecha propia

Tu compañera virtual esa que está pero no está

Nima dijo...

Me encanta compartir todo ésto contigo.

Abril dijo...

Me encanta que esten vuestras manos para darme empujones..., por eso quiero compartir esto con vosotros,y si además os gusta, os emociona, o os hace sonreir pues mejor! me doy por satisfecha!!!

muacks, muacks, muacks...

Anónimo dijo...

Bonita historia Abril
Has empezado caminando en la buena dirección, se comprensiva.
Me vienen a la menoría recuerdos del pasado
Besitos
Dr. Pet

Anónimo dijo...

He puesto la música, he empezado a leer y he llorado en el momento que has descrito tu emoción en esa habitación. Mi poder de ponerme en el lugar de los demás es impresionante, y aunque es malo, me gusta haber compartido esas sensaciones contigo.
Sigue escribiendo, que así puedo sentir que camino a tu lado y disfrutar de lo que estas viviendo.
Mil besazos.
VENUS.

Anónimo dijo...

Aun sin que puedas contar conmigo, sabes que te sigo en tu camino...y me gustaría hacerte llegar esa fuerza para seguir pasito a pasito, bicho...

Beso

Agosto dijo...

Me haces sentir.
Me haces dudar.
¿De verdad soy tan frío y calculador?
¿De verdad soy tan práctico y meticuloso?
Entonces, ¿por qué se me eriza el vello al leer tu historia?
¿Cómo consigues emocionarme de esa manera?
¡Sigue con tu búsqueda, Abril! ¡Lucha, no desistas jamás!
Dicen que el mundo es de los valientes. Yo quizá no lo soy.
Pero mi hermana sí.