lunes, 23 de abril de 2018

Stop

Avuí t'explicaré un secret: no es tan sols un dia especial o assenyalat, no es tan sols una llegenda, de fet no es ni orgull de patria. Es el dia en que tots els problemes, i conflictes passaven a un segon pla, deixaven d'importar, per deixar pas l'amor, l'alegria i la il.lusió. Pels infants segurament la mateixa magia existeix el dia de reis, pero pels grans, en que l'etapa de la inocencia ja ha quedat molt enrera, es feia present en aquest dia. Per un sol dia tot s'aturava. Si, aquest es el seu secret, per un dia tenim la capacitat d'aturar el temps i retrovar-nos.
Aquell dia de somriures, roses i llibres, ara es un dia de distancia, fosc i fred. Hem perdut la capacitat d'aturar-ho tot.

jueves, 12 de abril de 2018

Hoy te vas a enterar

Hoy te vas a enterar.
Llevo todo el día con la cena de ayer en la cabeza. No he podido apartar esa escena de mi mente. Ni me he podido concentrar. Y es culpa tuya.
No intercambiamos palabra en toda la cena. Tampoco cruzamos una mirada ni por casualidad. Tu mirabas al frente, primero las noticias y después el fútbol.
Y yo, mientras, te miraba a ti. Primero fueron tus ojos, concentrados mirando fijamente la televisión, lo que me llamó la atención. El movimiento hipnótico de tus párpados. Alguien marcó un gol y tu dibujaste una sonrisa. Eso me llevó a observar tus labios. Luego pasé a tus orejas, el lóbulo, tu cuello. El movimiento de tus manos, tus brazos y tu espalda.
¡¡Cariño, cómo me pones!!
Hoy te vas a enterar.

martes, 3 de abril de 2018

Visita al médico

Llevo días pensando en mi última visita al médico. Mi médico de cabecera es todo un personaje, altivo, serio, con mirada penetrante, muy seguro de lo que dice. Vamos, que te da una imagen de tener controlado el tema y de mucha profesionalidad.
El motivo de mi visita fue porqué llevaba días con dolores muy fuertes en el pecho, en  alguna ocasión llegué a temer un ataque al corazón, luego recordé los síntomas de la ansiedad, el estrés, etc. Lo peor fue cuando además de esos dolores en el pecho empecé a tener dolores de cabeza constantes y a diario.
Durante la visita me examinó detenidamente. Revisó mi vista, oídos, garganta, pecho, me hizo toser, respirar profundamente, andar. Me preguntó sobre mi vida, mi trabajo y mis aficiones.
Al final, sin mediar palabra, vi que escribía en un papel de recetas. Me lo entregó, aún en silencio, con un gesto inclinando su cabeza y algo que me pareció como un guiño.
Al salir miré la receta donde había escrito: "Necesitas reír".
Llevo días pensando "¿Se estuvo riendo de mí?"