domingo, 27 de noviembre de 2011

Descubriendo gente




Tú, que apareces en un momento tan inesperado como adecuado.

Tú, que me inspiras cercanía, complicidad, confianza y familiaridad.

Que te acercaste a mí con ojos curiosos, serenos y una sonrisa cálida.

Tú, que me muestras poco a poco tu vida y me incluyes en ella.

Tú, que has llegado a mí, y vas entrando poco a poco.

Tú, que consigues que me apetezca contarte mi vida, recuperando un tiempo perdido en el que no te conocía.

A ti, que se que estás aquí leyendo pedazos de mi historia, quiero decirte que me apetece conocerte, escucharte, saber que hay detrás de las letras que escribes.

Quiero decirte que estoy aquí, quiero compartir tus proyectos, tus deseos, tus preocupaciones, tu día a día.

Compartimos más que una historia, que una búsqueda.

Compartimos deseos e ilusiones.

Ahora que has entrado, que has aparecido, no te vayas.

Por favor….no te vayas.

(A dos sorpresas muy gratas)

martes, 15 de noviembre de 2011

Dulce e inocente infancia

Abril tiene poco más de 7 años. Juega sola en su habitación. Dibuja, colorea con empeño sus fantasías. Inocente y absorta de un mundo cruel. Tiene lo que todo niño debe tener.

Abril a veces siente que ella debe dar más que el resto para que la quieran del todo. No sabe que el querer no tiene cantidad. Se siente querida, pero el más o menos lo respira al salir a la calle y pasear. Es observadora, sensible y tiene muchas ganas de aprender, por eso escucha y se pregunta todo lo que sucede a su alrededor. Es por eso que cuando recibe que a ella la quieren menos por ser adoptada, siente que debe hacer algo, algo más. Se pregunta si tiene la culpa, y aunque sabe que no, con rabia llora porque cree que si es menos querida tiene que hacer algo más para llegar a que la quieran como a los demás.

Abril no se imagina como llegará a marcar su vida lo que ahora queda grabado a fuego en su corazón. No se da cuenta de que lo que recibe de fuera condicionará su futuro, lo que vivirá.

Después lo entenderá, claro que podrá comprender, pero será tarde para borrar heridas añadidas innecesarias.

Abril ha tenido que luchar consigo misma para entender un mundo injusto y no atacar a los demás. A veces aun tiene que esforzarse para pensar que en el amor no hay medidas, está o no está. Ha aprendido y sigue aprendiendo, pero lo que abre una brecha en su infancia no lo olvidará. Por mucho que entienda, por mucho que aprenda, por mucho que luche, nunca lo olvidará.

Gracias Vodafone: