Tú, que apareces en un momento tan inesperado como adecuado.
Tú, que me inspiras cercanía, complicidad, confianza y familiaridad.
Que te acercaste a mí con ojos curiosos, serenos y una sonrisa cálida.
Tú, que me muestras poco a poco tu vida y me incluyes en ella.
Tú, que has llegado a mí, y vas entrando poco a poco.
Tú, que consigues que me apetezca contarte mi vida, recuperando un tiempo perdido en el que no te conocía.
A ti, que se que estás aquí leyendo pedazos de mi historia, quiero decirte que me apetece conocerte, escucharte, saber que hay detrás de las letras que escribes.
Quiero decirte que estoy aquí, quiero compartir tus proyectos, tus deseos, tus preocupaciones, tu día a día.
Compartimos más que una historia, que una búsqueda.
Compartimos deseos e ilusiones.
Ahora que has entrado, que has aparecido, no te vayas.
Por favor….no te vayas.
(A dos sorpresas muy gratas)