Se va terminando nuestro tiempo. Tu puerta está abierta y con eso me ofreces otras por abrir. Lo siento, perdoname si la cruzo y me voy. Espero estar preparada por lo que hay detrás de ti.
Si te soy sincera, me pregunto si he estado a la altura y si lo estaré. Y se que tu te preguntarás ¿a la altura de que? Los dos sabemos que no soy Pau Gasol.
Temo no haber llegado a lo que necesitabas tu, y no cumplir expectativas. Y tu me dirás: ¿las expectativas de quien? Las tuyas, las suyas o las mías.
En fin, aunque se que estás y estarás siempre para lo que necesite, creo que debería empezar a tener estas conversaciones solo conmigo misma. No debo acostumbrarme a hablar contigo, luego puede que te eche demasiado de menos.
Solo para que quede claro: no estaré muy lejos.