Viene a por mí, parece que está lejos, pero no es así. No quiero pensarlo, no quiero sentirlo, pero está ahí, a la vuelta de la esquina. El tiempo se acorta, el tiempo me atrapa. Y yo, tonta de mí, sigo pensando que aprendo mientras tropiezo con la misma piedra, la de ayer, la de hace unos años, la de siempre. El tiempo….hay momentos que hasta esto tiene final.
Hoy dejaremos que las sonrisas se aparten, para dejar paso a las barbaridades que se me ocurran. Se acaba el tiempo de la serenidad, y por qué no, también de la cordura. En este momento siento con mucha pena, que se acabó.
martes, 30 de septiembre de 2008
Se acaba el tiempo
martes, 23 de septiembre de 2008
Cantando victoria
domingo, 21 de septiembre de 2008
De tiempos importantes
Esas son las cuatro patas de una mesa, a las que no se les permite más que cojear y de una en una, porque si lo hace de golpe, la mesa se hunde. Encima de la mesa aun no hay nada, pero está previsto poner cosas, de eso sirven las mesas.
Este es el momento de ponerlo todo, de tener paciencia, de saber qué es lo que hay, y lo que no. De dar un tiempo, y de adaptarnos todos a los cambios.
Estamos en periodo delicado, peligroso, en el que los miedos y el cansancio surgen de la nada y enturbia una realidad.
Este es el momento de tener cuidado para no dar marcha atrás. Precisamente por la importancia, los pasos uno a uno y no nos olvidemos de mirar adelante, recordando lo avanzado, lo que hay detrás.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Aparente normalidad
viernes, 12 de septiembre de 2008
Tengo un plan
Hoy, al volver de la estación, me he dado cuenta de que sin querer he trazado un plan. Mi asustadiza cabeza ha vuelto a levantar la mirada del suelo y ha vuelto a mirar a su alrededor. Noto que esos momentos de confesiones íntimas me cargan de energía. Hablar, decir aquello que realmente siento, por mucho que me cueste o por duro que yo lo vea, me da esas ganas de superar cualquier obstáculo que se interponga. Vamos a saltar.
Espero buenas noticias la próxima semana, y aunque no sea así, y me lo pongan aun más difícil no pararé. El lunes esto empieza en serio. Mi orgullo, te voy a dar lo mejor de mí. Utilizaré todo lo que dicen que se me da bien (para Gilda tengo un tercer ojo, será esa gran intuición). Estaré atenta. Con cuidado. Pondré entre mis manos todo lo necesario para conseguir aquello que quiero. Sé que vale la pena. Lo trataré con cariño y respeto, tal y como se merece algo tan grande, porqué realmente los que saben algo, opinan que lo es. Tendré que buscar momentos de descanso de tanta intensidad. Tú y yo sabemos lo que puedes llegar a desgastar.
No tengo mucho tiempo para perder a estas alturas, así que vamos a ello. Volvemos a empezar, y esta vez va muy en serio. Venga, mi orgullo, ayúdame a esa gran novedad.
One day I’ll find relief
I’ll be arrived and I’ll be a friend to my friends who know how to be friends
One day I’ll be at peace
I’ll be enlightened and I’ll be married with children and maybe adopt
One day I will be healed
I will gather my wounds forge the end of tragic comedy
I have been running so sweaty my whole life
Urgent for a finish line
And I have been missing the rapture this whole time
Of being forever incomplete
One day, my mind will retreat, and I’ll know god and
I’ll be constantly one with her night dusk and day
One day I’ll be secure, like the women I see on their 30th anniversaries
I have been running so sweaty my whole life
Urgent for a finish line
And I have been missing the rapture this whole time
Of being forever incomplete
Ever unfolding
Ever expanding
Ever adventurous and torturous
But never done
One day, I will speak freely
I’ll be less afraid
And measured outside of my poems and lyrics and art
One day I will be faith-filled
I’ll be trusting and spacious authentic and grounded and whole
I have been running so sweaty my whole life
Urgent for a finish line
And I have been missing the rapture this whole time
Of being forever incomplete
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Se ha ido
Tenía ya ganas de llegar a casa, y por fin a las diez estaba accediendo por la puerta. Al entrar ya noté algo raro, y al mirar alrededor vi que no estaba. Busqué en todas las habitaciones y debajo de la cama, normalmente ese era su escondite predilecto. Pero no estaba. La vi por última vez por la mañana, al irme. Las ventanas permanecían cerradas, y la puerta también. Nadie había entrado durante el día, y me pregunté ¿cómo había podido desaparecer así?
Quizá escapó al abrir la puerta, al salir a trabajar, o quizá querría permanecer a mi lado y yo ni me di cuenta y la perdí. Que más da eso ahora. Se ha ido, ya no está.
Eso me lleva a la conclusión de que falta seguridad en mi casa, y tengo que ir con más cuidado al salir.
Solo espero que si se ha ido sepa volver, cuando quiera, a su hogar.
sábado, 6 de septiembre de 2008
La curiosa Guindilla
Ella quiere saber que son esas 6 pequeñas cosas cotidianas que me hacen feliz. Difícil elección, de entre todas....seis. Pues aquí lo tienes:
Me enloquecen los abrazos pegadizos de mis sobrinos (los 2 reales y alguno postizo), el de noble y dulce corazón de 6 años, la pícara fantástica de 4, la pequeñaja de viva mirada azul Berta, y la que, después de todo y con grata sorpresa para mi, me llama Tata.
Dejarme llevar por la música que entra en mi cuerpo, en cualquier momento, en cualquier lugar, y no poder evitar bailar.
El primer sorbo de un buen vino en compañía de ELLA, mi otra mitad. Su sonrisa cómplice, reveladora de lo mucho compartido, con ese sabor áspero y potente en mi boca, son la mejor combinación existente.
El mar en invierno, otoño, primavera o verano, respirar su olor a sal, el vaivén de las olas y la paz de la brisa marina, con un cálido sol que solo pretende acariciar o con la brillante luna blanca que sirve de guía al andar.
La sensación de caerme de sueño y poder abandonarme, tranquila y conscientemente de que al día siguiente tampoco hay prisa para levantar. O también en la siesta acurrucada, con una manta en invierno, en el sofá.
Su saber escuchar, su paciencia, su pasión, su comprensión. Su ambivalente mirada iluminada clavada en mí. Sus caricias intencionadas o despistadas. Su atención. Compartir sus sueños, preocupaciones o ilusiones y lo míos. En definitiva ÉL.
….y evidentemente seguiría, pero el primer impulso ha sido este, así que esto es lo que se queda por qué esto es lo que hay….
Chicos...y Guindilla aún quiere mas, así que los nominados a hacer lo mismo son: Nima (como no, creo que ya ha empezado), Not (tengo mucha curiosidad), Carome (no podias faltar, a ver que 6 eliges), Ligeia (que sigue viva), Mas de mi que de....lirio (por recien llegada y pq me gusta su blog) y Gilda (a ver que si es capaz de resumir y solo poner 6).
viernes, 5 de septiembre de 2008
Pensando
Y esas frases me dieron a mí que pensar….
“Quizá ELLA piense tanto en mi como yo he pensado,
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Intercambio de papeles
Iba de camino a casa pensando que era el día. Esta vez lo haría en la más completa soledad. Desde que empezó la búsqueda realmente no había estado sola, pero ahora, las circunstancias, ella misma, todo se había antojado a esa soledad. No era la situación ideal, pero podía más la necesidad de hacerlo. Sí, quería hacerlo. Llegó a casa, cogió el teléfono y llamó… Primero marcó el número de la hija de Mila, quería ser cauta, avisar de su presencia, sabía que su llamada significaba para Mila lo mismo que para Abril. No contestó. Al colgar, y durante unos minutos dudó si esperar a llamar en otro momento, o marcar directamente el número de Mila. Miró unas cuantas veces los dos números que tenía delante y recordó la sensación que tenía de camino a casa “hoy es el día”. Así que volvió a marcar, la voz de Mila respondió.
-Estaba esperando tu llamada. ¿Cómo estás hija?
Abril no era su hija, y Mila no era esa madre buscada, pero al escuchar esas palabras algo se clavó en su corazón. Simplemente sintió un largo pinchazo…le dolió. Mila era la única persona que conocía Abril que había tratado con su madre, la había visto, le había hablado y la recordaba. Quería ayudarla. Querían ayudarse. Escuchando a Mila hablar de ELLA, se daba cuenta de cuánto deseaba ayudar a Mila a encontrar a su hija, que ahora tendría tres meses menos que Abril. Las dos estaban emocionadas y al despedirse Abril no pudo más y lo soltó:
-Me gustaría un día poder darte un abrazo Mila, si es posible, sería importante para mi.
-No sabes lo que me gustaría mi niña, será como dárselo a mi hija.
Y algún día, saben las dos que lo harán.