Vengo desde el ayer por camino errado.
Llego desde el pasado preguntando quien.
Y ahora, con mis manos heridas intento hacerme paso
para alcanzar el olor de tu piel.
Vengo cargada de dolores antiguos
que resbalan como gotas de sudor por tu espalda.
Llego desde el pozo de los miedos
a la claridad de tu mirada.
Y ahora, en nuestro lecho de confesiones
siento el vuelo de la esperanza.
Recorro con mi aliento tu serena templanza
y tus dedos abrazan mi piel.
Solo después de un muestrario de pasiones
nos dormiremos…
…..y hoy....
....será en calma.