miércoles, 9 de septiembre de 2009

Hoy lo que me gusta, mañana quizá lo que no

Me gusta despertarme con ganas. Vestirme y sentirme bien con lo que llevo puesto.

Me gusta salir a la calle y empezar a andar, como ha dicho siempre mi madre, con paso firme y seguro.

Me gusta sentirme yo, en ese paseo bajo el sol, el aire y la lluvia.

Me gusta disfrutar de cada paso siempre a mi ritmo, y no tener que correr y quedarme sin aliento debido a la carrera. Aun así me gusta saber que si voy con alguien soy capaz de esperar y adaptarme a su ritmo solo porqué me gusta su compañía.

Me gusta saborear el momento en el que consigo lo que me propongo, sea la cosa mas simple como concentrarme en un libro.

Me gusta y me reconforta ver que avanzo, que no me detengo y que abro mis puertas y no las cierro.

Me gusta tener en cuenta mas de una opción, y pensar en la mas adecuada según la situación.

Me gusta poder saltar barreras, y creer que podré seguir saltando las que surjan mientras no me corten las piernas.

Me gusta hablar solo cuando lo creo necesario, y me gusta que me escuchen en esta ocasión.

Me gusta observar mi entorno en silencio.

Me gustan las sonrisas de la gente, la ilusión, una broma de la cajera del supermercado, las travesuras de los peques, y reírme de mis propias tonterías.

Me gusta pensar que la gente es capaz de dar un primer paso, y ceder cuando es necesario.

Me gusta saber que a pesar de todo, de las experiencias pasadas, de saber que nada es eterno, sigo creyendo en el amor.

Me gusta poder mostrar lo que siento sin miedo, con cariño y comprensión.

Me gusta ser yo.

Evidentemente hay muchas cosas que no me gustan, pero lo dejaremos para otro post.

martes, 1 de septiembre de 2009

Obra maestra

Se pasa horas delante de ese lienzo retocando sus pinceladas. Mientras la luna se asoma para saludar a su ventana y él confunde la noche con el día, todo se le hace uno sin darse cuenta, no puede dejar de pensar en el. No hace mucho que empezó con ese cuadro, pero siente que es su obra maestra, esa es su oportunidad.

Da un paso atrás y lo observa con objetividad: los colores se mezclan en todas sus tonalidades, tiene luz, algo mágico que le confirma que esta vez ha salido de sus manos algo diferente, especial.

Pero algo le inquieta…no sabe que es. Se pregunta si será el tener que desprenderse de su obra, si es la imagen creada, o sus colores. Piensa también en el día tormentoso en el que lo inició. Recuerda ese día: cerró los ojos, empezó a soñar y se dejó llevar. Echa de menos eso. Echa de menos cerrar los ojos y soñar. Se consuela pensando que quizá sus hábitos han cambiado y sus sueños son su realidad, lo que tiene delante. Pero sigue mirando su obra y siente que algo no está bien. Y ya no sabe si es mas preocupante saber que cuando siente que algo no está bien, es porqué no está bien, no saber exactamente que color es el que no encaja, o como terminar con unas buenas pinceladas.