Había llovido el día anterior. Y ese día amaneció sin llover, pero en el aire aún se respiraban las gotas caídas, la humedad en el suelo y el guiño del sol en el cielo. Llegué a ese rincón mágico por sorpresa. Me encontré con esa imagen de repente. Sin previo aviso mi imaginación se abrazó de forma incontrolable a la ternura, y las dos se pusieron en marcha. Era un rincón que olía a hierba y tierra mojada. Era un rincón en que solo existían la soledad de un banco y una fuente. Un espacio rodeado de árboles, únicos testigos de esa bella historia. Alguien, en un indeterminado tiempo atrás, quería dejar huella de un amor imposible de borrar. Quizá eran un par de niños que aún creían en ese amor para siempre, y que volverían al mismo sitio siendo abuelos, y allí mismo verían jugar a sus nietos. Se sentarían los dos en el mismo banco, donde tiempo atrás dejaron escrito su deseo de no dejarse de amar nunca:
"Solo te dejaré de querer cuando un niño pinte en una tela
el sonido de una lágrima"
(Nota: la cita no sé de quien es, simplemente la vi escrita cierto día en un banco de madera, las fotos de la menda)
8 guiños:
por desgracia, aún creo en esto.
alguien me dijo no hace mucho que lo difícil no era enamorarse, sino enamorarse de la persona adecuada, con la que pudieras entenderte
;)
y yo sigo esperando a enamorarme de una vez por todas...
jajaja
buen post
saludos ;-)
Laura
Es precioso. Me encanta ver a las parejas de viejecitos cómo se miran y cómo van a la par caminando por la calle agarrados de la mano. Sería increible.
Cundo deja de llover las cosas que el día antes parecían estar a punto de morir, vuelven a tener vida de nuevo como el primer día.
Es el efecto de la lluvia..
Creía en el amor eterno, ahora dudo.
Me encanta como escribes. No dejes de hacerlo, por favor.
Suelo quedarme sin palabras y, aunque quiero escribirte algo, no se que poner, así que simplemente te doy las gracias.
Un beso!
gracias bightor, aunque ahora me he quedado yo muda, jeje
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