viernes, 7 de marzo de 2008

29



Despertó, sin apenas dormir, en un frío día de principios de marzo. Era un viernes, pero volvía a no ser un viernes cualquiera. La pequeña Abril tenía que volver al convento, a recoger el mas mínimo detalle que podía reconstruir el puzzle de su vida. Sabía que había muy poca información, quizá solo una edad aproximada, y el día anterior ella y su amiga apostaron en una idea. Y ellas que sabían. Cuando uno no sabe, es fácil inventar. Abril, hizo partícipe de esa fantasía a alguno de sus apoyos, y todos coincidían en una temprana edad. Pero hasta ese viernes, todo parecía un juego, un sueño, una imagen a veces irreal.
Cuanto mas avanzaba la inquieta Abril en su camino, mas cosas aprendía de si misma, más recordaba y afloraban sus miedos y sensaciones infantiles. Cada paso era un regalo para ella, cada reacción una explicación. Todo para aceptarse con la cabeza bien alta.

Llegó al convento antes de la hora prevista, le gustaba ser puntual. Entró en la misma sala de siempre a esperar. Esta vez se sentó, y la hermana no se hizo esperar. Las sonrisas y el cariño llenaron la habitación... Hablaron del mes de espera que ya había pasado, de la angustia y el poder ser paciente, de la importancia de hacer bien las cosas, y por fin la hermana soltó como si nada -Tu madre tenía 29 años, Abril. (.............) La habitación se quedó muda un instante. Abril, se quedó perlpeja al recordar sentimientos de rechazo, de no entender, de haber sido realmente un problema. Fue un duro instante. Un instante agridulce. Pero habían avanzado en algo, si sabia una edad, quizá sabría un nombre.
-Si tenemos un nombre, pero no te lo puedo decir, tenemos que intentar contactar primero con ella Abril.
-Me da igual no saberlo aún, hermana, si vosotras tenéis algo sé que está en buenas manos. Entiendo que todo tiene que ir a su tiempo.
La hermana sonrió y la abrazó.
Abril, para variar, lloraba. Estaba asustada, pero esperanzada. Quizá no llegaba a ninguna parte, pero de momento ya sabía algo más que al iniciar su camino:

Su madre tendría ahora 61 años, y era de la Sierra Madrileña.

8 guiños:

Unknown dijo...

En ningún caso el problema sería ella por nacer, si no más bien la situación en la que sucedió todo. Pero no es bueno buscar una razón para las cosas, se supone que la búsqueda es de personas, no de razones.

Cada día un pasito más adelante, que es de lo que se trata...

Nima dijo...

no ha ganado nadie, no?? bueno.. tu. Estoy con Carome... cada paso, es una pequeña victoria.
No te rindas..

RIPP dijo...

Cuando uno no sabe, es fácil inventar...

Lo has dicho de la manera más fácil.

VENUS dijo...

No llores, deberias alegrarte porque ya sabes algo mas. Si necesitas una de mis sonrisas aqui me tienes cuando quieras, y te regalo una o te hago el caballito pa que tu también rias. Cuando yo sonrío es porque las personas que tengo a mi alrededor me hacen feliz, y tu eres una de ellas. Me alegra haberte conocido.
Te quiero un montón!!
Disfruta! Hasta prontito!!
Mil besos y un abrazo fuerte de Venus.

Anónimo dijo...

:)

Deja vu dijo...

Qué suerte, en la moneda ha salido cara!

Creo que hay momentos donde por encima de todo, lo importante es: saber.

En el fondo, en el fondo, todo se es capaz de entender, i de perdonar. Pero esto es otra historia que seguramente comenzarà otro mañana.

No te pares, que voy justo detrás, y nos chocamos...

Abril dijo...

Carome, al principio ella solo buscaba información, pero cuando abres una puerta a veces no sabes que hay detrás

Anónimo dijo...

Tu tomaste la decisión de dar este paso, necesitabas tener respuestas, porqués,...y llenar vacios, dudas que hacia mucho que estaban ahí. Sí, el camino es duro, sorprendente, abrá momentos que no entiendas,.. y la espera también desespera.. pero ahora hay que seguir, no hay vuelta atras. Saca la energia y fuerzas, busca apoyo.. pero sigue este camino, que seguro al final te quedarás mas tranquila y orgullosa contigo misma.

Besitos