jueves, 19 de junio de 2008

Fantasia de un pueblo





Por la necesidad de asumir, de tomar con calma sus propias emociones, y por descansar un poco de tanta intensidad, en el último mes Abril no había hecho muchos pasos más. Necesitaba no añadir más cargas emocionales en su vida, era peligroso, Sin embargo, pensaba cada día en todo lo que tenía pendiente…buscar, buscar, buscar…. ¿Buscar información? ¿Buscar respuestas? ¿Buscar personas? ¿Buscar su infancia? ¿Buscarse a ella misma? Buscar sus raíces….. Tenía muy presente la frase de su amiga Gilda: “si no sientes tus raíces es fácil andarse y perderse en las ramas….”. Abril era persistente, y ya lo había decidido, así que seguiría hasta llegar donde el camino iniciado la llevara. Tal decisión, ya había estado demasiado postergada por miedo.


Mientras transcurrían los días, se daba cuenta de sus reacciones, y había algo que la fascinaba….su propia imaginación. Cada vez que alguien nombraba el nombre de un lugar... “La Sierra”….se disparaba algo en su mente sin control. La voz que le hablaba se quedaba en un susurro para dejar paso a ciertas fantasías….


Por algún lugar escondido de esa Sierra habría un pueblo donde ella inventaba sentirse en su segundo hogar. Se redescubría a si misma emocionada, paseando en una calle de un pueblo antiguo, con no muchas casas de piedra. Rodeada de gente anciana, pocos niños, jugando con los perros, oliendo las flores, fotografiando los balcones, las puertas, los rincones…. Y ella allí se identificaba…. Deseaba tocar las paredes de las casas, sentir su tacto, como si con ello pudiera consolar a una madre angustiada. Como si con ello hablara con braille a alguien….da igual, quizá lo más importante era hablarse a sí misma, pero aún necesitaba comunicarse con ELLA de alguna forma…. Qué bonito es todo cuando es imaginación…


Con solo escuchar un nombre, se disparaba el querer saber…. pero Abril seguía luchando con la irracionalidad del sufrimiento, del padecimiento de cualquier información.


Cuando fantaseamos no tenemos en cuenta el dolor, solo la emoción.

9 guiños:

Anónimo dijo...

una pequeña luz, no?

Alberto López Cordero dijo...

La imaginación es de lo mejorcito que tenemos, pero corremos el peligro de añorar lo que nunca jamás sucedió, y no hay nostalgia peor que esa.

Gilda dijo...

No busques, encuentra.

Abril, párate, mira y siente tu tiempo de ahora, que no es ni el pasado ni el futuro, tu ahora.

Dentro de tí ya hay muchas de las respuesta que te puedes encontrar....

Abril dijo...

neander, muchas grandes luces...

alberto, cuanta razón tienes

gilda, estás en lo cierto, ya he encontrado muchas respuestas.... pero seguiré intentando encontrar más.

muacks

Belén Peralta dijo...

Abril, aquí un guiño más que añadir a tu brillante entrada de hoy...

Te leo casi todas las noches, pero apenas tengo tiempo para saludarte como te mereces. Así que hoy... ración doble de besos: uno para ti y otro para tu magnífico blog.

Besitos fantásticos,

B.

Anónimo dijo...

Tu relato me recuerda al cuento de gatito...

Gatito se encuentra con una Rata por el campo y ésta para salvar el pellejo le dice que si le deja ir le dirá dónde se esconde la felicidad.
Gatito accede al trueque (una vida a cambio de la felicidad, es buen trato) y la Rata le dice que ésta se esconde en la punta de su rabo.
Así que Gatito vuelve a casa tratando infructuosamente de alcanzar la felicidad; una y otra vez está a punto de atrapar su rabo pero siempre se le escapa.
Mamá Gato lo ve y le pregunta qué está haciendo, y Gatito le confiesa que tratando de alcanzar la felicidad...
Mamá rompe a reír y le dice que efectivamente la felicidad está en el rabo pero que jamás la conseguirá si se obstina en atraparla. Sin embargo, si continúa con su vida siempre que mire hacia atrás descubrirá que la felicidad lo sigue, que está ahí detrás, junto a él en todo momento.

Así pues tan sólo puedo decir que en esos momentos en que te encuentres en un pueblo de la Sierra... disfuta el momento y no trates de buscar nada.

Besos desde el Otro Lado.

Ego dijo...

Me rindo, reniego de lo claro,
lo normal, lo corriente, lo vulgar,
reniego de juergas y botelleos,
cachondeos muy propios de mi edad.
Reniego de la lógica incoherente
y de la ciencia pura y radical,
reniego de seguir masas de gente
que me den “apoyo generacional”.
Y me aferro al amor, a lo demente,
al grito de esperanza y humildad,
y sigo con ahínco lo indecente
si se hace por amor y por bondad.
Y practico animismo y religiones
que la cordura no podría aceptar,
y me invento el final de las canciones
por encima del bien… también del mal.
Y hago cosas, y engendro experimentos
desde la cuna resignados a
letargos de incoherencia y sentimientos
que de mis libros nunca saldrán.
Y amo a un recuerdo antiguo que me duele
y al que no quiero a veces recordar,
y consuelo al amor, porque no puede
pasar de todo por querer triunfar.
Y enloquezco, ¿qué pasa, te molesta?
Me creo que a la gente no hago mal,
y disfruto con ellos en las fiestas
disfrazada de niña muy normal.

Inuit dijo...

Totalmente de acuerdo,pero la fantasía es tan necesaria para ocultar las mediocridades de la vida, para creer que la vida tiene música y que la música es vida, que vale la pena vivirla y que se puede imaginar de otra manera.
Inuits

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Tu sigues buscando. Buscando no siempre encontramos lo que buscamos, pero siempre encontramos algo y ese algo puede ser muy importante para tí.

Creo que la clave está en buscar la verdad. Puede que la verdad no es donde tu crees que es.

¿Que es lo que realmente necesitas saber? Igual más que información concreta lo que necesitas es comprender.

Hay muchas formas de encontrar la comprensión.

Busca Abril y no dejas de buscar.

Pero mientras tanto sé felíz. Mímate a ti misma. Trabaja duro en tu búsqueda pero no te olvides a darte algún premio cada día (más que una vez durante el día). Así no perderás la oportunidad de ser felíz ahora mismo.

¡Suerte!

Brenda