sábado, 24 de mayo de 2008

¿Dónde?

Los débiles pueden parecer fuertes, y los fuertes parecer débiles. No te dejes engañar.
Ni arriba para saltar al vacío, ni abajo para dejarse pisar.
Enmedio simplemente para caminar, subir montañas, bajar al mar,
agarrarse en las curvas, tropezar con piedras, y puede que algún día (o no) llegar.

....ya lo ves...

6 guiños:

Ligeia dijo...

Y mirando de frente, para ver al futuro como llega.

Un beso fuerte!

Deja vu dijo...

Yo apuesto por los fuertes con muchas debilidades.

¡Cómo debe ser!

Como le dije a alguien el otro día, sólo al perdernos, somos capaces de encontrarnos y evolucionar.

Un beso, pequeña exploradora.

Anónimo dijo...

Ahí estamos, sí señor, enmedio de todo y de todos, ni fuertes ni débiles sino todo lo contrario

Anónimo dijo...

Todo lo que nos duele nos hace fuertes con el tiempo, y cada lágrima nos trae alguna verdad

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Todo lo que es difícil nos hace más fuerte. He aprendido que el dolor y el sufrimiento siempre sirven para hacerme más fuerte - igual porque enseñan a apreciar todo lo bueno y - si logramos aguantar - a no tener miedo.

Me encanta este poema del poeta del oriente medio, Khalil Gibran:

LA ALEGRÍA Y EL DOLOR

Entonces,
dijo una mujer: Háblanos de la Alegría y del Dolor.

Y él respondió:
Vuestra alegría es vuestro dolor sin máscara.
Y la misma fuente de donde brota vuestra risa fue
muchas veces llenada con vuestras lágrimas.
Y ¿cómo puede ser de otro modo?
Mientras más profundo cave el dolor en vuestro corazón,
más alegría podréis contener.
¿No es la copa que guarda vuestro vino la misma
copa que estuvo fundiéndose en el horno del alfarero?
¿Y no es el laúd que apacigua vuestro espíritu la
misma madera que fue tallada con cuchillos?
Cuando estéis contentos, mirad en el fondo de vuestro
corazón y encontraréis que es solamente lo que os
produjo dolor, lo que os da alegría.
Cuando estéis tristes, mirad de nuevo en vuestro
corazón y veréis que estáis llorando, en verdad, por lo
que fue vuestro deleite.
Algunos de vosotros decís: «La alegría es superior al
dolor» y otros: «No, el dolor es más grande.»
Pero yo os digo que son inseparables.
Vienen juntos y, cuando uno de ellos se sienta con
vosotros a vuestra mesa, recordad que el otro está durmiendo
en vuestro lecho.
En verdad, estáis suspensos, como fiel de balanza,
entre vuestra alegría y vuestro dolor.
Sólo cuando vacíos estáis quietos y equilibrados.
Cuando el tesorero os levanta para pesar su oro y su
plata, es necesario que vuestra alegría o vuestro dolor
suban o bajen.

Khalil Gibran

Abril dijo...

Gracias por los comentarios.

Bienvenida a estos pedazos de mi, Brenda, un beso.