viernes, 22 de mayo de 2009

Ovejeando

Y una y dos y tres y cuatro ovejas ya han pasado. A estas horas unas ciento y pico ovejas han desfilado. Ovejas y palabras de un libro que también ha pasado por mis manos. Y una y dos y tres veces que he intentado leer, y ciento y pico líneas sin resultado. Letras, ruidos y animales marcando el paso han quedado hoy de madrugada para hacer una fiesta, en un sitio de mal paso: mi cabeza. Todos intentan hacerse un hueco, algún rincón libre de ideas queda. No tienen permiso, así que habrá el vecino que a falta de gente llamará a la policía. Esperemos que tal personaje ponga orden y no se una a la fiesta. Y mientras, como dice Sabina, nos dieron las 10, las 11 y las 12, la 1, las 2 y las 3…y desnuda (y sola) al “amanecer” me encontró la luna.


4 guiños:

mas de mi que de... lirio dijo...

Buen día.
Yo cuento lo que sea, cuando me canso de las ovejas empieza el desfile de flores, lobos, estrellas o gaviotas, todo sirve y todo en vano.
Y si, hay noches en que la juerga no para pero ya sabes, yo analiza y con sorpresa me descubro que los pensamientos y los números algunas noches conviven sin inconveniencias.

Yoyo dijo...

Bien se podria hacer un poema con tus letras..
Me ha gustado mucho..
Besos
Yoyo

Atlántida dijo...

Es que a veces ni las ovejas tienen ese efecto sedante! yo llevo toda la semana con los ojos abiertos hasta las 6 de la mañana, supongo que será cosa del calor!

Anónimo dijo...

Has visto que en esas ocasiones nada ayuda, ni el mejor de los libros, ni la tv, ni un té de no sé cuántas cosas. Imposible. El insomnio es una de las peores enfermedades.