Eres mi eterna tarea pendiente. Te pongo a la cola de las muchas que me quedan por hacer. Abandono. Muchas veces he abandonado. Pero ahora se que cada "abandono" no es más que un intento de creer que realmente no es tan importante. Quiero pensar que sin llegar al final puedo encontrar mi paz. Quiero creer que lo importante es el camino, y no desfallecer. Muchas veces me he cansado, otras simplemente me he resignado. Incluso en alguna ocasión he querido, obligándome a forma de castigo, que me diera igual, por temor a tener esperanzas que finalmente puedan ser truncadas, rotas, y que con ello mi paz interna vuelva a la oscuridad. Tampoco creas que mi esperanza eres tu. Mi esperanza es tan fácil, o tan complejo, con algo, sea lo que sea, pero que sea verdad, real, tan real como soy yo y lo que he vivido.
Tengo proyectos importantes en un futuro espero que no muy lejano, quizá uno de ellos sea el más importante que pueda llegar a plantearme en la vida, y tu sombra aparece de nuevo recordándome lo que tengo pendiente por hacer.
No me paso el día pensando en ti, no te equivoques, solo es que este es el único espacio en que vacío mis pensamientos. El único espacio dónde realmente lo digo todo (o casi todo) sobre ti.
Pasan los años, pasan las experiencias vividas, y sigo preguntándome ¿que fue lo que pasó? Aprendo cada día de mi entorno, de lo que veo, de los otros, pequeños y grandes, buenos y malos, iguales o diferentes...que más da.... y muchas veces pienso que todo lo que aprendo me sirve para entender lo que sucedió.
Estoy cansada, entiéndelo.
Mañana ya me buscaré algún empujón.
3 guiños:
descansa y retoma tus fuerzas... el camino hacia la paz puede ser largo... hasta que un dia descubres que se te flitro, sin darte cuenta, y ya tu alma sonrie, aunque nada parezca perfecto
Como entiendo tus palabras y sentimientos, siento que son las mias no dichas, estoy igual.
A veces que pienso, es respetable, porque, si permitio que viviera creo que merezo vivir y ser feliz aunque no la encuentre ¿noo? pero como cuesta...
Un abrazo.
Lo que sucede, lo es por un motivo. Siempre tendremos tareas pendientes, asumir la madurez, lo doloroso, lo insignificante incluso lo importante, pero cada tarea -pendiente o no- tiene su tiempo, y si la tarea no se ha realizado es por que no es su momento. Las tareas se ejecutan al ritmo o el momento que corresponde. Por ello, tener tareas pendientes ni nos supra ni nos infravalora, y si en ocasiones esas tareas pendientes son un equipaje pesado en nuestro andar es como consecuencia de su propia existencia, no de nuestra responsabilidad, porque no es que las hayamos dejado en el cuarto del olvido cerradas bajo llave, sino que las llevamos con nosotros esperando el momento adecuado para realizarlas.
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